El encuentro

Miraba distraídamente hacia la ventanilla del tren . El paisaje se movía a gran velocidad , sin embargo ella no lo percibía. Estaba pensando en otras cosas. Cerró los ojos y dejó que su cabeza se recostara en el respaldo de su asiento.
Revivía con gusto , y aún con cierta excitación , lo que había vivido las horas anteriores a su viaje de regreso . Intentó reconstruir aquel día desde el principio, deleitándose lentamente en lo que ahora ya le parecía había ocurrido demasiado deprisa.
Y se recordó nerviosa , examinando su aspecto en el pequeño espejito del bolso mientras el tren paraba. Sentía una mezcla de excitación y miedo . Se recordó bajando de las escalerillas del tren aquella misma mañana , recorriendo el andén hasta llegar a la entrada de la estación donde había una nube de personas esperando a los pasajeros que acababan de llegar. Miró al fondo , buscando entre las personas a alguien a quién esperaba reconocer. Y le vio , sí. Era él.
Sintió como la miraba llegar , y supo que él también la reconoció. Desde aquel momento , a ella le pareció estar en una nube , esa sensación que se siente a veces como si se fuera espectadora de una película . Le temblaba todo pero se controló , no quería parecer demasiado ingenua.
Hubo miradas , abrazo y un suave beso en los labios. Se cogieron de las manos uno frente al otro y se observaron un instante , como si se estuviesen asegurando de que eran realmente las personas que esperaban encontrar.
Era curioso, pero a ella le pareció como si le conociese desde siempre . No tuvo reparo en aceptar su abrazo , ni su beso , ni estrechar su cintura cuando él la enlazó con su brazo por el hombro , mientras se hacía cargo la pequeña maletita de viaje que ella llevaba.
Durante el trayecto en el taxi , no hablaron demasiado , pero sí hubo miradas, muchas miradas cómplices. A veces no es necesario hablar para decir las cosas. Y ambos lo sabían. Habían preparado aquel encuentro , hablado de él en muchas ocasiones , imaginando situación y sensaciones.
Y ella se sintió halagada , sentada en aquel rincón acogedor de restaurante tranquilo .Halagada porque notaba como él la observaba con una sonrisa en la mirada , recorriéndola casi , desde los ojos a la boca y luego hacia un poco más abajo , buscando el pequeño escote de su blusa. Sentía su mirada complacida , era como si … dijese “me gustas” , sin decirlo .
A ella también le gustaba él, su aspecto y su compañía. Lo sabía, sabía que iba a pasarle, aún así, a pesar del recelo, acudió a la cita. Sentía justamente lo que temía sentir, una especie de hormigueo cada vez que él la miraba o la rozaba.
No se sorprendió cuando él le pasó una pequeña notita escrita en un papel con un número de habitación de hotel . Ella miró aquella pequeña notita y sonrió. “¿Acaso no sabías que diría que sí? “ . No recordaba si lo dijo o lo pensó, pero él la entendió perfectamente.
Se acercó al balcón y observó la calle. . La habitación era discreta , pero elegante, con estilo. ; corrió las cortinas y dejó que luz que entraba desde fuera se mezclase con la penumbra . Sintió como se le acercó por detrás, abrazándola. Notó su aliento en el lóbulo de su oreja , el temblor de sus manos al recorrerla, su respiración… Cerró los ojos y voló con él.
Se desnudaron lentamente , saboreando cada instante y a cada espacio de piel descubierta le seguía un ligero roce con los labios o con los dedos. Cuerpos recorriéndose el uno al otro rincón a rincón, labios que se buscaban ansiosos , piel que se erizaba al contacto de otra piel …
Recordaba cómo le dijo “déjate llevar” … y como él se tumbó sobre las sábanas plenamente entregado a ella …Se arrastró sobre el cuerpo desnudo del hombre , mariposeándolo con las yemas de sus dedos , besándolo con un leve roce de sus labios , acariciándolo con su pelo, sus pechos, su piel… Lo que ocurrió después fue una explosión de deseos muchas veces intuidos .
Se entregó en cuerpo y alma a aquel hombre y creyó notar que él le correspondía de igual manera. No era sólo sexo , hubo algo más , algo s más profundo entre ambos .No hubo muchas palabras , no hicieron falta , porque sus cuerpos hablaron por ellos.
Ahora en el viaje de vuelta , aún sentía su piel, su olor, el recuerdo de sus jadeos y de sus suspiros. Sintió una mezcla de felicidad y nostalgia . Le había mirado largamente al despedirse de él en la estación. Sabía que no volverían a verse y quería llevarse con ella su mirada…La vibración de su teléfono móvil en el bolso la sacó de sus sueños . Leyó el mensaje : “Aún tengo tu olor en mis manos” . A ella le pareció una frase llena de ternura.
_M._

Utopía

Miro el horizonte , me complace mirarlo , quiero tocarlo con mis manos . Me acerco dos pasos, y el horizonte se aleja dos pasos más allá. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más . Sigo caminando , mas por mucho que camino nunca lo alcanzo. Sigue alejándose de mí.
_M._

Una rosa cada día

"Te llegará una rosa cada día
que medie entre los dos, una distancia,
y será tu silente compañía
cuando, a solas, te duela la nostalgia..."


Rosas que una se va encontrando en el camino de la vida.Unas embriagan con su aroma,otras no huelen a nada...Algunas son delicadas al tacto,casi se deshacen...Otras ,en cambio, hieren al tocarlas.
Hoy se cerró una puerta en mi vida.No sé si estoy triste o estoy feliz.No sé como estoy.Cuando algo se termina , una siente nostalgia, pero... ¿quizá la vida quiso que sudediera así?
Será mejor que le quite las espinas a las rosas, y conservar sólo el recuerdo del aroma que aún quedó en mi memoria.

_M._

La calle del olvido


¿Cómo se puede olvidar uno de alguien que se quiso tanto? He ahí la cuestión.
¿Cuál es el remedio para olvidar? ¿Cómo se hace?
Si acaso , una palabra tuya tuviera...Sólo una me bastaba...
Uno se debate entre la realidad y el recuerdo , ambos están ahí,igualmente presentes, en casi perfecto equilibrio.Y uno sabe que las cosas son como son , que las circunstancias no se pueden cambiar, y que el problema es adaptarse a esas circunstancias ...Pero ...¿quién tiene la fórmula mágica?
Sólo necesito una palabra, una nada más...Y puede que vea amanecer.
Por la calle del olvido vagan tu sombra y la mía,
cada una en una acera por las cosas de la vida.
Por la calle del olvido donde nunca brilla el día,
condenados a una noche tan oscura como fría.
(Secretos)

Si fueras...

Si fueras una gota de rocío te dejaría caer sobre mi frente para empaparme con tu frescura…
Si fueras una playa , me sentaría a tu orilla para verte atardecer…
Si fueras una expresión… serías una sonrisa…
Si fueras una flor me envolvería con tus pétalos para sentirme abrazada…
Si fueras la lluvia, no me importaría mojarme…
Si fueras el aire , volaría contigo…
Si fueras la noche , estarías iluminándome con tus estrellas…
Si fueras un sueño, no querría despertar…
Si fueras el amanecer …Me sentaría a esperarte…
_M._

Las estrellas sel Sáhara

Un poco de Historia :
La República Árabe Saharaui Democrática (RASD), se constituyó en febrero de 1976 en el exilio, una vez que el Estado español abandonó los territorios del Sahara Occidental dejándolos en manos de Marruecos y Mauritania, incumpliendo las directrices de descolonización de la ONU. Desde entonces, el pueblo saharaui no ha cejado en su lucha por recuperar la soberanía de sus legítimos territorios. Gracias al apoyo del gobierno argelino encontraron refugio en la Hamada de Tindouf, situada al oeste de Argelia muy cerca de las fronteras de Marruecos, Mauritania y los territorios del Sahara Occidental y uno de los lugares considerados como más inhóspitos de la Tierra. Allí han levantado sus campamentos y han organizado un Estado en el exilio a la espera de la resolución del conflicto. Cerca de 200.000 personas viven, en los cuatro campamentos (llamados Wilayas por los saharauis) cercanos a la ciudad de Tindouf. Son el equivalente a las cuatro provincias originales del territorio saharaui : Smara, Ausser, Dajla y El Aaiun.
Yo estuve allí .A finales de octubre de 1998 ,tuve la oportunidad , junto con un numeroso grupo de personas, de visitar los campamentos saharauis.Fue tal la impresión que tuve , que a mi vuelta supe que algo había cambiado en mí.Allí conviví con gente acostumbrada a la más absoluta pobreza , gente entrañable que me trataba como si yo fuese algo suyo ,parte de ellos y que compartió durante cinco días, conmigo, lo poco que tenían.
Una nube de niños y niñas revoloteaban a mi alrededor cada vez que salía de la "jaima" , me curioseaban ,me tocaban el pelo,la ropa...y devoraban las naranjas que yo llevaba como si se tratara de un manjar deliciosamente desconocido.
Me vistieron con la típica "melfa" de las mujeres saharauis , pintaron mis pies y mis manos con henna , aprendí a preparar el té , en su místico ritual : " el primero ...amargo como la vida, el segundo ... dulce como el amor , y el tercero... suave como la muerte"...
Inolvidable . Lloré por las noches , tumbada sobre las mantas en el suelo de la "jaima" , sentí desolación,rabia e impotencia .En mi "mundo" jamás había visto sonrisas tan abiertas conformándose con tan poco . Maravilloso.

Nunca había visto cielo más hermosamente estrellado que el cielo del Sáhara.
_ M_

Carmen


Carmen se fue para siempe.

Se marchó dejándonos su sonrisa y sus ganas de vivir.Se marchó tal como había vivido,sin quejarse por nada , ni por el dolor de su cuerpo ni por el dolor de su alma.

Se marchó una amiga , con la que compartí momentos de adolescencia, alegrías y pesares. Como comparten los buenos amigos.

Descansa , amiga ... te recordaré siempre.

Carta a mi hija


"Háblame de cuando yo era pequeña,mamá"...
Cuántas veces te he escuchado decir esto,mi niña, y cuantas veces , mientras te peinaba , te ayudaba a colocar la ropa o simplemente nos sentábamos en tu cama, me ponía a relatarte incontables anécdotas de cuando eras pequeña... "cuando eras una niña encantadora" solía decirte para que te mosquearas ...entre las risas cómplices de las dos.
Eres hoy toda una mujer , cumples ya los 20 años . Sé que los regalos para los cumpleaños no sorprenden,porque son regalos esperados.Es más, sé que no te gustan ... te has parecido un poco a mí en esa rebeldía contra las fechas establecidas.Pero ¿cómo voy a dejarte sin regalo de cumple? .
¡Veinte años! uf, un suspiro. Se han ido pasando unos tras otro,sin darme cuenta, princesa, quizás porque estabas tú , que haces más deliciosa mi vida.
¿Recuerdas?
¿Recuerdas cuando empezabas a dar esos primeros pasitos , inseguros aún, y tuviste tu primera caida? Te levantaste , miraste tu rodillita , sacudiste la arena y me miraste para decirme con un gesto de manos , sonrisa y guiño "no ha pasado nada,mamá", ...y seguías corriendo,descubriendo el mundo.
¿Recuerdas cuando me sentaba junto a ti , tendidita tú en tu cama , a contarte historietas? Siempre te gustaba que te hablase de las cosas que yo leía , de los libros que yo estudiaba. Te debió venir en esos momentos la afición por la Historia.
¿Recuerdas aquel dibujo que me pintaste (debías tener unos 4 ó 5 años) ? Sí sí, aquél en el que me dijiste , "te he pintado como una princesa,mami" .Tú no lo sabes, pero aún lo tengo guardado en una cajita con otras cosas, como tu primer dientecito caido ( sí, ése que el "ratoncito Pérez" no se llevó nunca) .
¿Recuerdas todas aquellas preguntas relacionadas con la vida...que poquito a poco ibas haciendo, y mis apuros a veces al contestar? Descubrías el mundo,mi niña, sentías curiosidad por conocerlo todo.
¡Ay , hemos pasado tantas y tantas cosas juntas !... Los primeros desaires de cierta gente, tus complejos , tu primera menstruación, los primeros consejos sobre la sexualidad, aquellos años de rebeldía adolescente ( del que aún conservas, tengo que decirlo, ciertos tics) , aquellas discusiones por tus gustos en el vestir, tus primeras salidas nocturnas, ese "ten cuidadito" tan manido que las madres pesadas solemos decir...Aquella niña de mirada curiosa y sonrisa siempre a punto "se me ha quedado grande".
Aunque a veces a mí se me olvida que el tiempo está pasando e intento proteger y mimar , y tú me haces volver a la realidad con ese "¡Ay, mamá, que ya no soy una niña!".En esos 20 años he querido hacer de ti una persona respetuosa , honesta , y libre.
He dedicado toda mi vida a ello.Tú y el tiempo me diréis si lo he conseguido.Nunca dejes que nadie te trunque la sonrisa, preciosa.
Sé muy feliz.Feliz cumpleaños.
_M._

¿Y ahora qué?

Buscaba en su mirada una señal de complicidad. Esa complicidad que les unió durante tantos años, casi desde que eran adolescentes.Su amigo, su compañero del alma, el que fuese todo en su vida , ahora se había convertido en un habitante de su propia casa , sólo eso.Un día , sin saber muy bien como , se dio cuenta de que algo había cambiado. Un escalofrío recorrió su cuerpo y la hizo llorar de tristeza y desesperanza.No sabía explicarse qué estaba pasando , sin embargo presentía que algo no estaba bien , que las cosas no eran como ella quería que fuesen.Ella no había emprendido la convivencia en común para compartir un techo, un sofá y una cama. Ella siempre había esperado más de la vida.Buscaba en su mirada esa complicidad que había visto tanto tiempo. Buscaba ese estremecimiento al acariciarle la mano , la sonrisa feliz cuando se miraban a los ojos.Echaba de menos aquella mirada que la recorría con gusto cada vez que ella se acercaba , las palabras susurrantes que le decían cómo me gustas , aquel te quiero tantas veces repetido.No le gustaba estar acostumbrándose a la cotidianidad , a la aburrida rutina del día a día.Ella , que se había sentido una princesa a su lado , que se había sentido amada y admirada…¿Qué iba a hacer ahora?Buscaba en su mirada. Pero sólo encontraba desidia y costumbre .¿Qué iba a ser de ella?
_M._

...A María


Veía la vida como un torrente de ilusiones. El sol brillaba siempre en sus ojos incluso en los días nublados. Sonreía sin cesar y sus dientes destellaban reflejando la luz que emanaba de su alma. Era todo vitalidad y esa fuerza le hacía ser dueña de cuanta energía pululaba en el ambiente. Era feliz. Y no de esa felicidad que se nombra con la boca pequeña por temor a que huya; sino de la que disfruta alguien que ni imagina el poder perderla.
Su andar era garboso, reclamaba la admiración de quien admiraba su porte y se deslizaba con la grácil suavidad del cervatillo. La salud le brotaba de cualquier poro de su piel. Y ésta era de una tonalidad que provocaba el ser tocada, acariciada.

Ese fue el motivo de que sintiera el deseo por primera vez. Alguien rozó su piel y ella no tuvo otro remedio que demorar el contacto. Aprendió a sentir y buscó cómo hacerlo desde aquel día ya tan lejano. Sin embargo, se dio cuenta de que era el deslizar de una mirada sobre sus ojos, su piel y su sonrisa la verdadera causa de su regocijo. Cuando advertía que ellos le seguían, un rubor extraño coloreaba sus mejillas y un sudor frío resbalaba por su espalda haciéndole estremecer.
Y él lo supo y de ello se aprovechó para acercarse y no aceptar la prudente negativa que ya esperaba. Jugó con su vanidad adulándola y se hizo con el tiempo imprescindible en sus pensamientos porque sabía cómo introducir briznas de sentimiento en aquel cerebro tan vivaz y, al mismo tiempo, sensible.

Lo que tenía que pasar pasó porque el amor es tan fuerte que mueve que lima casi todas las dificultades. Estaban dominados por ese tenaz luchador cuya ausencia puede producir hasta un dolor más incómodo que la molestia física. La vida les presentó y el tiempo unió sus destinos. Todo parecía tan plácido como el mar en calma y como esos atardeceres de sol rojizo y de ambiente cálido que nos envuelve cuando los miramos al lado de quien se ama. La dicha era esa agua que discurre constantemente por el cauce del arroyo y la música de su deslizamiento relajaba cualquier tensión. Así fue durante un tiempo que trascurrió en el breve lapso de un suspiro.

Pero…
La vida brotaba de sus entrañas y no encontraba toda la satisfacción deseada. La sonrisa salía y desfiguraba su rostro porque no era sincera, vivida. Los días se hicieron largos al no haber tanta dicha. Las conversaciones parecían con alguien ajeno, cuyo mirar ya no despertaba aquellas sensaciones.
No sabiendo muy bien por qué o no queriendo encontrar la respuesta, muchas ilusiones se fueron apagando y …
La nostalgia la invadió. Comenzó a vivir en la melancolía y su dicha se fue derritiendo porque no encontraba alternativas. A veces ocurren cosas que uno no prevé y, por lo tanto, no controla. Para las que no tuvo tiempo de prepararse. Hacen daño y son difíciles de cargar. Buscó ayuda y encontró, a veces, incomprensión y otras, las más, consejos de resignación y aceptación de la cruda realidad. Ella lo veía como muy fácil de decir pero sin creerse que fuera tan factible llevarlo a la práctica.
La vida era suya. Estaba llena de ella. En cambio, su alma se arrugaba porque no encontraba el reflejo donde compartirla (uno solo debe aprender a ser feliz, si antes lo fue en compañía)… Lo que más le dolía era no vislumbrar la esperanza.

Los días se fueron sucediendo y, cuando ni siquiera podía llorar porque ya había perdido su valor paliativo, justo entonces… ¡La luz volvió porque abrió la ventana y el sol brillaba, una suave brisa acunaba su negro y largo cabello y una voz llena de vida le llamaba desde la cama en la que habían compartido un momento de felicidad, de goce. Otra vez, por fin, después de muchas noches de sufrimiento y desesperación, la alegría manaba de sus ojos y la pasión por vivir arrebolaba sus mejillas.
_ E.F._